PREMIUM. Sobre la Diástasis de Rectos Abdominales en el Postparto
Analizamos las evidencias sobre la rehabilitación de la diástasis de los rectos abdominales en mujeres en el período postparto.
¡Bienvenidos, lectores premium!
Como parte de nuestra comunidad exclusiva, dedicada a aprender y compartir información de calidad sobre la parte más clínica del entrenamiento.
He creado este espacio pensando en ti, para brindarte acceso al contenido especializado que más me ayuda, investigaciones actualizadas, y consejos prácticos que pueden marcar la diferencia en nuestra labor como profesionales.
Prepárate que hoy venimos con un tema que suele darnos quebraderos de cabeza a los entrenadores. ¡Gracias por confiar en mí y dedicar tiempo a leerme! 🌟
¿En qué me ha ayudado este artículo?
Definición Diástasis de Rectos Abdominales
La diástasis de rectos abdominales (DRA) es una condición que afecta el tejido conectivo y se caracteriza por la separación de los dos músculos rectos abdominales a lo largo de la línea alba, causada por el estiramiento de este tejido. Esta separación se hace evidente durante una contracción abdominal, manifestándose como un abultamiento o una depresión en la línea media de la pared abdominal anterior.
¿Te has preguntado si ese cambio en el abdomen es normal después del embarazo o en otras etapas? Este fenómeno es más común de lo que crees, y entenderlo es el primer paso para cuidar mejor a tu clienta.
La diástasis de rectos abdominales afecta en su mayoría a mujeres durante el embarazo y el período postparto. Su prevalencia varía entre el 66 % y el 100 % en el último trimestre de embarazo, y hasta el 53 % en las primeras 24 horas después del parto. Se ha reportado una resolución natural durante las primeras 8 semanas postparto, momento en el que la recuperación espontánea tiende a estabilizarse.
Sin embargo, algunos estudios sugieren que el proceso de recuperación podría continuar hasta los 6 meses después del parto. A pesar de la limitada investigación en este campo, se ha encontrado que la DRA aún está presente en el 36 % de las mujeres a los 12 meses postparto.
Cada cuerpo tiene su propio ritmo de recuperación, y entender lo que ocurre puede ayudarte a tomar decisiones informadas para mejorar el bienestar de tu clienta durante las sesiones.
La diástasis de rectos tras el embarazo es totalmente normal y fisiológica.
Como entrenador, lo primero que debes preguntarle a tu clienta con diástasis es: ¿has hecho fisioterapia tras dar a luz? Y muchas veces por desgracia la respuesta es NO.
Yo a todas las que no han hecho fisioterapia tras el parto, les digo que deben hacerla.
Algunas me dicen que sí y la hacen.
Otras me dicen que sí y no la hacen.
Otras me dicen que no tienen tiempo.
Otras que lo que quieren es entrenar.
Y otras que no lo necesitan.
Y así con cada una podríamos estar hasta mañana.
¿Por qué deberías primero recomendar hacer fisioterapia tras dar a luz?
Porque puede que tengan alguna disfunción y no lo sepan.
Porque sepan que tienen una disfunción, pero no saben lo que tienen que hacer.
Porque aunque no tengan una gran disfunción, sirve como preparación al entrenamiento.
Para quedarte tranquilo de que está todo ok. Porque no quieres que salga a la luz una disfunción durante una sesión de entrenamiento.
Volvamos a la diástasis de rectos, ¿cómo se valora el grado de diástasis?
Voy a contártelo, pero lo normal es que ya la clienta te venga el primer día diciéndote que tiene mucha diástasis.
La evaluación y el diagnóstico de la diástasis de rectos abdominales (DRA) se realizan midiendo la distancia entre los músculos rectos abdominales (IRD, por sus siglas en inglés). Entre los métodos más confiables para esta medición se encuentran el ultrasonido y el uso de calibradores.
Actualmente, no existe un consenso sobre los puntos de corte para el diagnóstico. Sin embargo, algunos investigadores consideran que mediciones por ultrasonido de entre 2.2 y 2.3 cm a la altura del ombligo tienen relevancia clínica. Según Beer et al., en mujeres nulíparas saludables, se clasifica como DRA una IRD medida por ultrasonido en reposo mayor a 1.5 cm en el xifoides, mayor a 2.2 cm a 3 cm por encima del ombligo y mayor a 1.6 cm a 2 cm por debajo del ombligo.
Conocer estas cifras puede parecer técnico, pero entender cómo se mide y diagnostica la DRA es clave para tomar el control de la recuperación.
Implicaciones y manejo de la diástasis de rectos
La pared abdominal desempeña un papel crucial en la postura, la movilidad y estabilidad del tronco y la pelvis, la calidad de la respiración y el soporte de las vísceras abdominales. Durante el embarazo, el estiramiento y adelgazamiento de la línea alba (LA) se deben a la laxitud del tejido conectivo y al esfuerzo mecánico generado por cambios hormonales y una mayor presión intraabdominal.
Puede darse la protrusión abdominal ocurre cuando los órganos internos sobresalen entre los músculos abdominales, creando un bulto visible. Por otro lado, la invaginación abdominal sucede cuando la línea alba, que es la línea que une los músculos abdominales, se deforma hacia adentro. Ambos problemas son comunes en la diástasis de rectos abdominales y pueden generar preocupaciones estéticas en las mujeres después del parto.
Además, los cambios en la forma en que los músculos abdominales tiran de la piel pueden afectar cómo se mueve el cuerpo, disminuir la fuerza de los músculos abdominales y dificultar el reparto de cargas o esfuerzos a través de la zona media del abdomen (hechos a tener muy en cuenta como entrenadores).
Aunque la evidencia sobre los efectos de la DRA en disfunciones o desequilibrios del tronco y la pelvis es limitada, algunos estudios sugieren que los cambios musculares asociados pueden disminuir la fuerza abdominal, alterar los patrones respiratorios y contribuir a dolores lumbares, de cintura pélvica u otros trastornos del suelo pélvico.
De acuerdo con las guías más recientes, el manejo de la DRA debe ser principalmente conservador, siendo la fisioterapia el enfoque de referencia. Las intervenciones quirúrgicas, que buscan reducir la distancia interrectal mediante plicatura de la línea alba y la vaina anterior de los rectos (con o sin malla), suelen reservarse para casos graves donde el tratamiento conservador no ha tenido éxito, no se logra una reducción adicional o existe una hernia sintomática concomitante.
Comprender este proceso no solo te da claridad, sino también la oportunidad de explorar soluciones efectivas para la recuperación de tu clienta.
¿Cuáles son las intervenciones actuales de ejercicio y modalidades adicionales para la rehabilitación de la díastasis en mujeres postparto?
Revisión sobre el entrenamiento abdominal en posparto
Uno de los enfoques principales en estos estudios es el entrenamiento de los músculos abdominales, que se lleva a cabo a través de diversos ejercicios.
En 16 estudios se probó una variedad de ejercicios dirigidos a los músculos rectos abdominales (los músculos principales en la parte frontal del abdomen). Algunos de estos ejercicios incluyen los típicos crunches o curl-ups, sit-ups y tilts pélvicos, que ayudan a fortalecer esa zona central.
De hecho, algunos estudios se enfocaron en los músculos oblicuos (los de los costados) usando movimientos como giros de tronco o curl-ups torcidos. Lo interesante de esto es que no todos los estudios se centraron en lo mismo, y algunos también incluyeron ejercicios más avanzados, como contracciones excéntricas, que son importantes porque no solo activan los músculos, sino que también ayudan a mejorar el control y la fuerza a lo largo de todo el movimiento, como en los sit-ups invertidos o giros de tronco invertidos.
No hay un ejercicio por excelencia. Nunca lo hay. Lo que hay son programas de ejercicios mínimamente viables sobre todo al principio, buena recuperación por parte de la persona y su posterior adaptación. Continuamos con una progresión y ya estamos mejorando la capacidad y función de lo que estamos tratando. Ante la duda, subestimación y principios básicos del entrenamiento.
Pero aquí está lo crucial: en varios de estos estudios, se incluye ejercicios para activar los músculos transversos del abdomen (TrA), que son los que actúan como un "corsé" natural, ayudando a estabilizar el torso. Estos ejercicios incluyen maniobras como el abdominal drawing-in (es decir, aspirar el abdomen hacia adentro) o las contracciones estáticas. Estos ejercicios no solo sirven para mejorar la función de los músculos, sino que también son fundamentales para reducir la presión en la zona media.
Ahora bien, una de las cosas que debemos tener en cuenta es que, durante el postparto, la distancia entre los músculos rectos abdominales (la llamada distancia interrectal) tiende a disminuir por sí sola en los primeros meses. Esto significa que los efectos de los ejercicios pueden superponerse con la recuperación natural del cuerpo, lo que hace que los resultados sean difíciles de medir con precisión.
¿Cómo podemos distinguir lo natural de lo intervenido? Me explico. ¿Cómo sé que mi intervención está haciendo efecto mas allá de la recuperación natural del tejido? Normalmente no vas a saberlo y no importa.
Si tratas bien a tu clienta, ves cada día que va mejorando en la función y control de la zona implicada y además está haciendo ejercicio, no importa lo demás. Lo básico y más importante que se puede hacer con dos horas a la semana de sesión, se está haciendo.
Entonces, ¿cuál es la lección aquí? Los ejercicios abdominales son esenciales para restaurar la funcionalidad y la fuerza abdominal, pero debemos ser conscientes de las variables que afectan el proceso de recuperación, como el tiempo postparto. Y aquí radica la importancia de personalizar los entrenamientos según las necesidades de cada persona, para que los beneficios sean más efectivos.
Una vez más el arte de entrenar que no se puede enseñar.
CONSEJOS PRÁCTICOS Y CONCLUSIONES:
Intervenciones y consideraciones:
Entrenamiento abdominal.
De manera más específica, entrenamiento del recto (imagen 1) y transverso abdominal (imagen 2 más abajo)
Explicación Imagen 1: Recto Abdominal. Vamos a hablar de dos ejercicios que se enfocan en trabajar los músculos rectos abdominales, que son los músculos principales en la parte frontal de nuestro abdomen. Estos ejercicios son bastante comunes en la rehabilitación postparto y en el fortalecimiento de la zona media.
A. Ejercicio de Crunch
Este es uno de los ejercicios más clásicos. En este caso, la persona se coloca boca arriba, con las piernas dobladas y las manos apoyando la cabeza. Luego, se le indica que levante dinámicamente la cabeza y la parte superior del torso hasta que las escápulas (los omóplatos) se despeguen del suelo. Este movimiento trabaja principalmente los músculos rectos abdominales y ayuda a fortalecer el core. La clave aquí es hacerlo con control para evitar esfuerzo innecesario en el cuello o la espalda.
B. Ejercicio de Curl-Up
Este ejercicio también se realiza en decúbito supino (boca arriba), pero con las piernas dobladas y los brazos extendidos a los lados del cuerpo, paralelos a la cama o superficie en la que se esté trabajando. El objetivo es que la persona curve la parte superior de su espalda y hombros de forma controlada hasta que las escápulas se despeguen de la cama. Es importante que, al hacer este movimiento, la parte baja de la espalda permanezca en contacto con la superficie, para evitar tensiones en esa zona. Los brazos deben mantenerse paralelos al suelo, alcanzando hacia los pies, lo que ayuda a mantener la estabilidad y a activar más músculos abdominales.
Ambos ejercicios se enfocan en trabajar los músculos rectos abdominales, y la clave es realizar cada movimiento con control y precisión. Esto ayuda no solo a fortalecer la zona abdominal, sino también a mejorar la postura y evitar lesiones. En la rehabilitación postparto, este tipo de ejercicios son fundamentales para recuperar la fuerza y funcionalidad en el abdomen.
Explicación imagen 2: Transverso.
Vamos a hablar sobre un ejercicio muy importante para activar el músculo transverso abdominal (TrA), un músculo profundo que juega un papel crucial en la estabilización del tronco. Este ejercicio es especialmente útil para mejorar el control abdominal y es clave en la rehabilitación postparto, ya que ayuda a fortalecer la base de nuestro abdomen.
A. Activación del TrA
El ejercicio comienza con una respiración profunda. Se le pide al paciente que mantenga el abdomen relajado mientras inhala y, al exhalar lentamente, se le indica que realice una maniobra de atracción abdominal. Esto significa que debe tirar el ombligo hacia la columna vertebral y hacia arriba, hacia el pecho. Esta acción activa los músculos más profundos del abdomen, especialmente el transverso del abdomen y el oblicuo interno.
Lo que suele hacer en este caso el fisioterapeuta es palpar esta activación en la parte baja del abdomen, justo cerca de la espina ilíaca anterior superior (un punto en la pelvis). A medida que el paciente gana control sobre estos músculos profundos, puede auto-palparse la activación muscular usando dos dedos, lo que le ayuda a asegurarse de que está realizando correctamente el ejercicio. Para hacerlo más desafiante, se puede animar al paciente a mantener la contracción mientras respira y cuenta en voz alta hasta 10, manteniendo la contracción durante 10 segundos.
En la práctica clínica, la activación del transverso a menudo se combina con la activación de los músculos del suelo pélvico, ya que ambos grupos musculares trabajan juntos para estabilizar la zona media del cuerpo.
B. Activación del TrA con movimiento de las extremidades distales
Una vez que el paciente ha logrado activar el TrA de manera estable durante al menos 10 segundos, y lo ha hecho mientras respira, el ejercicio puede progresar añadiendo movimientos de las extremidades (piernas o brazos). Esto hace el ejercicio más desafiante y mejora aún más el control del abdomen. Al principio, se puede mover solo una extremidad (ya sea superior o inferior), pero conforme el paciente mejora, puede comenzar a mover ambas extremidades al mismo tiempo, ya sea de manera paralela o cruzada.
Este ejercicio es de gran utilidad porque no solo fortalece los músculos abdominales profundos, sino que también mejora la coordinación y la estabilidad en todo el cuerpo, lo que es esencial para una recuperación postparto efectiva y un mejor control postural.
¡ENHORABUENA HAS COMPLETADO LA LECTURA SOBRE LA DIÁSTASIS DE RECTOS EN EL POSPARTO!
Espero que te haya ayudado.
¿Quieres invitar a algún compañero a la suscripción premium del blog?
Comenta con su dirección de correo electrónico y lo hago suscriptor premium GRATIS.
Para ampliar el contenido tienes mucho más en el artículo citado.
Nos vemos en la próxima entrega premium de nuestro blog.
Un abrazo,
Dani.